jueves, 17 de marzo de 2011

Barridos selectivos y evolución humana


Cuando la selección natural favorece una mutación beneficiosa, los genes próximos dentro del mismo cromosoma se ven también seleccionados. Este efecto se denomina arrastre por ligamiento, y permite calcular la velocidad a la que la mutación seleccionada se ha fijado en la población. En el caso de que una mutación suponga una importante ventaja adaptativa, la drástica y rápida fijación de la misma en la población puede reducir la variabilidad de los nucleótidos cercanos, al no dar tiempo a que se acumulen variaciones en ellos. En este caso se habrá producido lo que conocemos como un “barrido selectivo”.

En el ser humano existen evidencias de barridos selectivos en varios cromosomas, como en el caso de la pigmentación de la piel, el cabello, la morfología de los dientes o la capacidad de digerir lactosa. Algunos investigadores han propuesto que los barridos selectivos han debido ser muy comunes en la evolución de Homo sapiens. Sin embargo, un reciente estudio publicado en Science el 18 de febrero y que ha sido llevado a cabo por un equipo de genéticos de las universidades de Chicago, Oxford y Jerusalem, viene a apoyar la tesis contraria: es muy posible que los barridos selectivos sean una excepción y no la norma en la evolución humana.

Mediante el análisis computacional de 179 genomas pertenecientes a individuos europeos, asiáticos y africanos, el estudio revela que los barridos selectivos han sido más bien poco frecuentes en la evolución humana. Los investigadores encontraron que, al contrario de como cabría esperar en un modelo recurrente de barrido selectivo, las regiones próximas a las mutaciones específicas del ser humano no presentaban una variabilidad menor que las de regiones próximas a sustituciones sinónimas. Estos datos indican, según el equipo, que los barridos selectivos no han sido el modelo predominante en la adaptación humana de los últimos 250.000 años, aunque no descartan que puedan tener mayor importancia en otras especies.

Una de las causas por la que los barridos selectivos no son importantes en la especie humana puede consistir en la gran dispersión que la especie ha tenido en su historia a través de todo el planeta. En este escenario, una mutación beneficiosa tendría un largo camino ante sí para propagarse.

Estamos obligados a recurrir a modelos más elaborados para explicar los mecanismos genéticos de la adaptación en el linaje humano, ha afirmado Molly Przeworski, una de las genetistas de la Universidad de Chicago.

Fuente: ScienceNews

Daniel Hermida Cabrera 1º Bach. B

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